Grupo de guerrilla urbana se adjudica atentando en Vitacura “La intención es dañar a personal de Carabineros”

FOTO EMOL

Un grupo denominado “Afinidades Armadas en Revuelta” afirmó haber instalado los dos artefactos explosivos que ayer detonaron en el edificio Tánica ubicado en Santa María de Manquehue, comuna de Vitacura.

Mediante un comunicado publicado en la página web Contrainfo, el movimiento declaró que la intención era dañar a personal de Carabineros.

COMUNICADO TERRORISTA

Doble ataque explosivo al barrio de los ricos por la expansión de la revuelta

Reivindicamos la colocación de dos artefactos explosivos en las dependencias de la inmobiliaria transoceánica ubicada en la Av. Santa María 5888 de la comuna de Vitacura. Se dio aviso telefónico con una hora y media de anticipación al café Kant ubicado en el interior de la inmobiliaria, a carabineros y a radio Cooperativa. Con el fin de que el espacio sea desalojado para no dañar a personas que transiten y/o trabajen en el sector por no ser el propósito de la acción. Ambos dispositivos fueron programados con media hora de diferencia para que el primero remeciera la normalidad del barrio burgués y el segundo, de bastante potencia, para que explotara en momentos en que los cobardes violadores del GOPE se hicieran presentes en en el lugar, esperando que, por lo menos a uno de ellos, le reventara lo más cerca posible.

La revuelta iniciada el 18 de octubre del año 2019 ha copado todos los espacios y escenarios. Nadie ha podido mantenerse al margen de ella porque está en todas partes; en cada rincón de las ciudades y en todo ámbito de nuestras relaciones. Ya nada es como antes, ya nada volverá a ser como antes. Las ansias por destruir este mundo tal y como lo conocemos, ha llegado para quedarse. Los barrios de los ricos y poderosos, de los sostenedores y privilegiados de este orden, también han sido blanco de la potencia de esta revuelta que en sus múltiples practicas incendiarias ha sabido reconocer a sus enemigos. Copamientos en centros comerciales de la burguesía adinerada, barricadas en los barrios acomodados, de las grandes ciudades, incendios en tiendas y automotoras de lujo son solo algunos de los ejemplos de cómo la irrupción violenta, más que llegar y golpear las puertas de los poderosos, las ha destrozado.

Esta acción pretende intensificar esa irrupción. Es la continuidad de esa avalancha de odio y venganza que azotó a los poderosos las primeras semanas de la revuelta y que busca sin tapujos instalar el temor entre quienes viven a costa de la miseria de otros. La directa complicidad entre el gran empresariado y los organismos represivos es otro aspecto del poder que ha quedado en evidencia durante estos meses de revuelta, donde los primeros han financiado y apoyado con infraestructura que no ha llegado a frenar a los revoltosos, como por ejemplo los muros de hormigón instalados en la Alameda para resguardar el monumento y a iglesia de la tropa de violadores uniformados. Por su parte, no es resultado de un minucioso análisis la constatación de la protección que desde militares hasta carabineros han hecho en los barrios burgueses. Protección que hoy ha sido nuevamente vulnerada. Ustedes, empresarios y represores, saben perfectamente lo que estamos diciendo. En cada abrazo que mutuamente se estrechan en sus ridículas marchas y procesiones, en las oficinas y cuarteles donde se planean las mutilaciones, asesinatos y violaciones, se fragua esa nefasta alianza que hoy busca desesperadamente apagar el fuego incontrolado de la revuelta. Este doble ataque explosivo apunta a ambas partes de esa podrida complicidad; romper, aunque sea por un instante con la cómoda vida pacata de los pudientes y dañar a agentes de la represión con la aniquiladora sorpresa.

Creemos que es innecesario entrar en detalles sobre el lugar específico del artefacto objeto de la acción porque es la cotidianidad del barrio en su totalidad lo que se pretende alterar. Aun así, no está demás decir que el lugar escogido se encuentra a metros del pasquín burgués “El Mercurio”, como también que la familia Schiess Schmitz, dueños de la inmobiliaria Transoceánica, es uno de los grupos económicos más importantes y influyentes de este país. Han levantado viviendas y proyectos de lujo en las comunas adineradas de Santiago, junto con otros centros recreativos destinados a la diversión de la elite.

La revuelta sabotea permanentemente la normalidad, la hace añicos, rompiendo cadenas que parecían eternas, demostrando la vulnerabilidad del Estado y del empresariado capitalista. Pero pensamos que podemos ir por más multiplicando los ataques armados y selectivos contra nuestros enemigos, contra el poder en todas sus formas, siendo parte de este vendaval masivo y generalizado mediante acciones de guerrilla urbana, preparándonos en la práctica para enfrentar la intensificación de la represión. Y es por medio del combate anárquico desde donde aportamos a la propagación de la revuelta, apostando por llevar a límites insospechados la conflictividad, negando en los hechos cualquier acuerdo de paz y constitución que pretenda dirigir nuestras vidas. Y para los estúpidos opinólogos de la guerra social que tildarán esta acción como un montaje sepan que sus opiniones solo refuerzan al Estado al invalidar y desconocer la potencialidad y los alcances de la ofensiva de la nueva guerrilla urbana.

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