Reportaje | La última llamada antes de morir en la soledad absoluta por covid-19
No es un hecho desconocido que en tiempos de pandemia hemos experimentado aumento en la tasa de fallecidos a nivel nacional, superando actualmente las 4.500 muertes atribuibles a COVID-19.
Una de las medidas más conocidas para disminuir el nivel de contagios, es el distanciamiento social, lo que ha repercutido irremediablemente en los pacientes que deben ser hospitalizados con menor o mayor gravedad, ya sea por coronavirus u otra patología, teniendo que ser internados sin poder ver a sus familias por días, semanas o incluso meses.
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INFORMADORCHILE recavó información con distintos funcionarios de salud de centros asistenciales públicos y privados, para conocer más de cerca la situación psicosocial de los pacientes hospitalizados. Una vez que un paciente ingresa, la información del estado de salud es otorgada en el “mejor de los casos”, 1 vez al día al familiar responsable. Los especialistas hacen énfasis que es “en el mejor de lo casos”; ya que el equipo de salud se encuentra con gran carga laboral, teniendo que priorizar las necesidades que puedan comprometer la vida del paciente, debiendo irremediablemente dejar de lado aspectos como el descrito anteriormente.
LA ULTIMA LLAMADA
En algunos centros de salud se han implementado protocolos y unidades de acompañamiento para pacientes y sus familias, organizando la emisión de cartas, mensajes de voz, videos, llamados telefónicos o videollamadas, para poder mantener el contacto y de ese modo contribuir en mejorar el estado anímico del enfermo y disminuyendo la ansiedad de los familiares, pero ¿Qué sucede cuando los pacientes se agravan y entran en estado crítico?. En algunas ocasiones se puede lograr un último llamado telefónico “de despedida” o es un miembro del equipo de salud el portador del “último mensaje”. Lo anterior, es en casos afortunados; ya que como mencionábamos en la mayoría de las oportunidades se debe actuar con premura priorizando la vida del usuario y no es posible tener esa posibilidad.
Un final solitario.
Diariamente, hemos visto en los medios televisivos, un desfile de especialistas que han hecho énfasis en la solitaria muerte que tienen los pacientes afectados por SARS COV-2. Los hospitales o clínicas en casos aislados permiten que 1 o 2 miembros de la familia puedan despedirse cuando se han agotado las opciones de tratamiento y sólo queda esperar el desenlace final; otras veces sólo es posible que 1 o 2 familiares ingresen cuando el paciente ya ha fallecido y en otras situaciones, sólo es posible el retiro del cuerpo, para ser llevado por los servicios fúnebres sin poder ver por última vez a ese abuelo (a), padre, madre, hermano (a), hijo (a) o conyuge.
Esperamos que la población tome de una vez conciencia de la triste realidad a la que podrían verse enfrentadas sus familias o seres queridos si no cumplen con las medidas y acciones que requiere la cuarentena. Nuestro más sincero respeto a las miles de victimas que ha cobrado esta pandemia.