Estudio Italiano comprobó que vacas, perros y ovejas tienen cambios de su comportamiento antes de un terremoto
Ha notado que durante el tiempo previo a la ocurrencia de un sismo su mascota se coloca inquieta.
Un prestigioso equipo de investigadores lo comprobó en un grupo de seis vacas, cinco ovejas y dos perros. Para este estudio le instalaron instrumentos llamados aceleradores en sus collares y donde comprobaron el aumento de la velocidad corporal de cada animal y también descubrieron que estos animales tenían patrones de comportamiento inusual hasta veinte horas antes que se produjera el movimiento telúrico. Todos estos animales pertenecen a una región de Italia donde hay muchos temblores según detalló LUN
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Un terremoto produce diferentes tipos de ondas que se propagan con distintas frecuencias. Lo que sucede con los animales, en especial con el perro que posee un oído diferente al nuestro. Ellos poseen un ancho de banda diferente y captan un contenido de frecuencia más amplio.
Un sismo provoca cuatro tipos principales de ondas que viajan a distintas velocidades. Las que viajan rápido, nosotros las llamamos ondas de cuerpo, que se van por el interior del globo y son las de alta frecuencia y son precisamente las que sienten los animales: Se vuelven locos, unos ladran, se dan vueltas tras vueltas, y esto sucede porque esto les molesta muchísimo. Del tiempo en que escuchan y sentimos un terremoto, depende de lo lejos o cerca que estemos del epicentro. En el caso de la situación de nuestro país, que estamos cerca de la fuente, no son más de treinta segundos.
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La vibración de un tipo de frecuencia de onda es lo que captan primero los animales y por consiguiente cambian su comportamiento. Las ondas conforme se van separando del epicentro, se hacen cada vez más lentas y los animales con su oído fino lo perciben.
Los investigadores estudiaron estos patrones con los animales y establecieron que hasta veinte horas antes se producen estas alteraciones. Pueden sentir en su pelaje, la ionización del aire causadas por las presiones de las rocas en las zonas de terremotos. Se sabe que antes de un terremoto las placas están en movimiento, y este movimiento también lo pueden percibir los animales y captar además otros fenómenos con el olfato. Los animales pueden oler los gases liberados por los cristales de cuarzo con el olfato, antes de un terremoto, si estando sobre el epicentro.
Este estudio revela que gracias a su fino oído y su tremendo olfato captan mucho antes la ocurrencia de un sismo, además el estudio agrega que los pelajes de un animal pueden percibir movimientos