Noticias Chile | Chileno mencionó la palabra bomba en el Aeropuerto: perdió el vuelo , sus vacaciones y millonaria demanda
Francisco tenía todo listo para pasar felices vacaciones con su familia en Ecuador. Había comprado los pasajes con anterioridad, y mantenía las reservas respectivas para cuatro días en un cómodo hotel 5 estrellas.
Sin embargo, todo finalizó abruptamente antes de emprender el tan ansiado viaje. El día que debía embarcar, se aproximó al mesón de la compañía aérea Latam para iniciar los trámites de rigor y cuando le consultaron qué llevaba en su bolso de mano, respondió de tal manera que confundió a la funcionaria de la aerolínea: “Mis cosas personales, no creo que una bomba”, le respondió.
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Lo que comenzó con un aparente intento de hacerse el bromista finalizó por acabar con sus intenciones y debió pasar la noche en un cuartel de la policía uniformada. Actualmente está enfrascado en una pelea judicial que -de no mediar ante la Corte Suprema- lo dejó prácticamente con las manos vacías. Es decir, nada a su favor.
Los delicados sucesos acontecieron un 23 de noviembre de 2016. Durante esa mañana Francisco y su familia habían llegado al Aeropuerto La Florida de La Serena, preparados para abordar su avión que los llevaría finalmente tras varias escalas, a la nación ecuatoriana. Alrededor de las 11:00 horas, el viajero se acercó a verificar su equipaje en el mesón de atención de la compañía Latam.
LA PREGUNTA
Allí fue atendido gentilmente por Gladys, quien pesó sus maletas y le preguntó repetidas veces, según el protagonista de esta historia ¿Qué tenía en el bolso de mano que llevaba? Fue entonces cuando Francisco replicó con la frase del tremendo lio: “Mis cosas personales, no creo que una bomba”.
De acuerdo a su aseveración, la respuesta desagradó a la empleada que lo atendía, quien le hizo saber que no debía mencionar esa palabra en el recinto aeroportuario. Según declaró Francisco, tras sus palabras presentó las disculpas pertinentes, señalando que había hablado sin pensar y enseguida se puso a conversar con otra persona, lo que -de acuerdo a su versión- perturbó aún más a la funcionaria de la aerolínea, quien llamó al equipo de seguridad del aeropuerto para iniciar todo el protocolo de seguridad que terminó con el cliente aprehendido.
LA DEMANDA
Esta última explicación ayudó a Francisco para ganar una demanda en contra de Latam ante el Segundo Juzgado de Policía Local de La Serena, donde se ordenó el pago de una indemnización a favor suyo por el proceder de la aerolínea. De acuerdo a la sentencia dictada entonces, la empresa procedió “con sumo apresuramiento y excesivo celo” al activar las medidas, lo que terminó por acabar con las vacaciones de Francisco. El triunfo en el tribunal de primera instancia, sin embargo, no pudo ser replicado ante la Corte de La Serena, luego de que la aerolínea apelara a la decisión.
CORTE SUPREMA
Justamente, según expuso la empresa en el procedimiento concluido recientemente, Francisco -lejos de manifestar sus disculpas- no se retractó de sus afirmaciones y se mostró “displicente” y con una “actitud indiferente y desafiante”, una versión totalmente contraria a la que había expresado este último en su demanda. “Que le pones color”, afirma la funcionaria que le contestó Francisco cuando le solicitó que corrigiera sus dichos respecto a la bomba, no sin antes hacer un gesto con la mano, para luego dirigir su atención a su acompañante. De acuerdo a los antecedentes proporcionados por la compañía, la empleada, atendido a los dichos del cliente y a que éste se negó a mostrar el contenido de su bolso, reportó a su supervisora, quien a su vez informó al personal de seguridad aeroportuaria (AVSEC).
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Estos últimos, luego de acercarse al mesón de la citada compañía, dieron aviso a Carabineros. Los uniformados, siguiendo el protocolo preciso, verificaron el equipaje y detuvieron a Francisco, quien fue trasladado en primera instancia hasta la Subcomisaria de La Florida y posteriormente a la Primera Comisaría de La Serena, donde debió pasar la noche. Fue recién liberado a las 09:00 horas del día siguiente.
LA DEMANDA PERDIDA
Tal como se indicó en un principio, Francisco fue quien tomó la iniciativa, al demandar a la empresa aérea, argumentando una transgresión a sus derechos como consumidor, pues su arresto le obligó a cancelar y perder sus vacaciones. Su acción legal fue acogida por el Segundo Juzgado de Policía Local de La Serena, por lo que la jueza titular, Nubia Urra Roa, ordenó el pago de casi 3 millones de pesos en favor del cliente y $645.918. (14 U.T.M.) a beneficio municipal. No obstante, en medio de las versiones cruzadas, la Corte de Apelaciones de La Serena le dio la razón a la empresa. En base a los testimonios de testigos, se estableció que Francisco efectivamente no se retractó de sus dichos, por lo que desestimó que la activación del protocolo fuese “una decisión apresurada” o “fruto de un celo excesivo”, como apuntó el tribunal de primera instancia.
“Por el contrario -se observa en la determinación fechada el 14 de septiembre de este año- al haber existido antecedentes que surgen de la propia actitud del demandante, se activó un protocolo de seguridad dispuesto precisamente para estos casos en que un pasajero hace referencia a artefactos explosivos y no se retracta de sus afirmaciones”. Por ende, dictó que: “Se rechaza la denuncia formulada por don Francisco (…) en contra de Latam Airlines Group S.A., y que, asimismo, se desestima la demanda civil deducida en su contra”.
En buenas cuentas, perdió vuelos, las reservas del hotel y su último intento ante la justicia para ser indemnizado. Lo que debe tenerse en cuenta y considerarlo siempre y con la más absoluta seriedad, que cuando se esté cerca, dentro o en los alrededores de un recinto aeroportuario, llámese Aeródromos o Aeropuertos, tanto nacionales como extranjeros, NUNCA mencione la palabra BOMBA, porque inmediatamente se verá envuelto en un tremendo lio, debido a que los protocolos de seguridad son estrictos y rigurosos en su aplicación.