Mala coincidencia: Doctor de Chimbarongo recibió la primera dosis de vacuna Pfizer y a los 15 minutos tuvo síntomas
A casi 12 días del triste fallecimiento del médico Francisco Briceño a causa de una infección producida por el SARS-COV-2 que lo aquejaba, se convirtió en el funcionario de la salud más joven en fallecer por la pandemia.
LEA TAMBIÉN…Noticias Chile | Gobierno permitirá permisos de desplazamiento en semana Santa, en comunas en cuarentena total
El doctor de 31 años era jefe de urgencias en el Hospital Mercedes de la ciudad de Chimbarongo, provincia de Colchagua, conocida como la capital mundial del mimbre.
LEA TAMBIÉN…Noticias Chile | Mujer que se manifestaba en barricada anoche, fue atropellada con resultado de muerte en Colina
- ¿QUÉ SUCEDIÓ?
A finales de enero, Francisco Briceño recibió la primera dosis de la vacuna Pfizer. Sin embargo, apenas 15 minutos después comenzó a padecer síntomas. “Nosotros pensamos que sólo era una reacción a la vacuna”, comentó Helia Martínez, amiga del doctor.
- HOSPITALIZADO
Días después fue internado en el mismo hospital donde trabajaba. No obstante, debido a su delicado estado de salud, fue trasladado rápidamente a la Clínica Indisa de Santiago, siendo conectado de inmediato a respirador mecánico: “Mandó un mensaje por WhatsApp y nos dijo: ‘Los quiero mucho, me van a conectar’, reveló su amiga.
- AMANTE DE LOS ANIMALES
Francisco Briceño decidió no ser padre para adoptar a perros, pero no cualquiera, porque la mayoría de ellos tienen problemas de movilidad, lo que plasma perfectamente la vocación del profesional.
Todos sus pacientes de Chimbarongo fueron a despedir a Francisco. Con pañuelos blancos, pétalos de rosas al aire e intentando tocar el auto que transportaba su cuerpo, con el fin de realizarle un tributo al querido médico.
El regalón de la zona
“Él sabía que tenía un cierto grado de obesidad y asma. Siempre dijo: ‘Me pilla esta cuestión y me mata’. Las cosas sucedieron así porque Francisco sabía que, si iba a estar en el hospital, debía estar al 100%”, dijo el doctor Jaime Rojas, compañero de trabajo.
En el mismo contexto, Rojas continúa relatando: “No es necesario morir para ser un héroe. Él era un héroe de antes. Alguien que daba la vida para salvar a otras personas. Acá está lleno de héroes. ¿Es necesario perder más héroes para saber lo que está pasando?”.