Noticias Chile | Falla de Pichilemu también se encuentra activa y podría provocar sismos de mediana intensidad
A las 03:34 horas del fatídico 27 de febrero de 2010 el sueño de un país entero es interrumpido abruptamente por un sismo. Primero despacio y luego más fuerte. Al cabo del primer minuto todos los habitantes de esta larga y angosta faja de tierra ya sabían que se enfrentaban a un tremendo terremoto, pero, no sólo reactivó la controversia sobre la efectividad de la red de emergencias en Chile, sino que además trajo consigo otra consecuencia geológica en la parte central de la nación, específicamente en la región de O´Higgins: una ruptura en la corteza terrestre entre las localidades costeras de Pichilemu, Bucalemu, Navidad, La Boca y Matanzas.
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- FALLA DE PICHILEMU
Dicha falla, conocida hoy como la falla de Pichilemu, está ubicada a unos 15 kilómetros de profundidad. Entre las características geológicas que posee es que tiene 40 kilómetros de extensión y otros 20 kilómetros de ancho.
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Esta deformación de la corteza terrestre ha sido advertida por el Instituto Geográfico Militar de Chile y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín), tras interpretar fotografías satelitales posteriores al terremoto del año 2010.
Hay muchos sismos que se han generado en el límite de las regiones de O’Higgins y Valparaíso, porque justamente es una de las zonas más sísmicas en términos geológicos.
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Esta falla podría compararse a la que presenta la región metropolitana, la llamada falla de San Ramón, sin embargo, la diferencia es que ésta última se desplaza 0,2 milímetros al año, a diferencia de la de Pichilemu que en el último evento ocurrido en febrero del 2010 se desplazó cerca de 1,5 metros por debajo de la placa sudamericana, esto haría poco probable un movimiento telúrico de grandes proporciones en la zona.
Esta falla es la que provocó la gran réplica del 11 de marzo del 2010, lo que indica que realmente no fue una réplica, sino que un sismo provocado por la falla de Pichilemu.
