Madre de joven scout fallecido con 397 puñaladas: “Se que no voy a tener Justicia”
Cabe rememorar un triste suceso que involucró a Tomás Ignacio Acevedo Olea, un joven scout de tan sólo 17 años de edad que fue encontrado fallecido con múltiples heridas cortantes en su cuerpo.
Este macabro episodio ocurrió pasada las 23:00 horas del sábado 27 de julio de 2019 en un sector eriazo en las cercanías del Puente Zamorano, en San Vicente de Tagua Tagua, región de O’Higgins.
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- ¿QUÉ DIJO LA FAMILIA EN SU MOMENTO?
La familia del adolescente había presentado una denuncia por presunta desgracia, luego que desapareciera posterior a una reunión scout en el Colegio España y dirigirse en ese entonces en dirección hacia el viaducto, según informó Radio Cooperativa en ese momento.
Intensas diligencias para dar con su paradero permitieron hallar el cuerpo y la Brigada de Homicidios de la PDI trabajó arduamente para esclarecer las circunstancias en las que se produjo este terrible episodio delictivo.
Como dice el refrán no hay plazo que no se cumpla y deuda que no se pague, porque mañana martes 11 de mayo se reanudará el juicio oral por el vil asesinato del scout Tomás Ignacio Acevedo Olea, cuya vida fue cercenada a muy temprana edad.
- IMPUTADOS
Los imputados son Ulises Labrín, de 23 años, y una adolescente que en ese entonces tenía 15 años y ahora 17. La acongojada mamá del joven scout, levantó la voz y fue clara en expresar que “No puedo esperar justicia”.
- ¿QUÉ DIJO LA MADRE?
Beatriz Olea, en conversación con el matinal Mucho Gusto de Mega, con especial énfasis se refirió a la tristeza que sufre tras la muerte de su hijo, quien fue hallado con múltiples puñaladas y que tiene a dos acusados de homicidio calificado: Una niña, por estos días de 17 años, y Ulises Labrín.
“Hoy día no tengo nada. Nosotros éramos dos, una familia de dos. Yo hoy respiro porque el aire se me mete por la nariz y camino porque un pie sigue al otro”, comenzó diciendo la madre del joven scout.
La progenitora habló en la antesala del juicio al caso que se vive en Rancagua y fue clara en reseñar que “Sé que no voy a tener justicia, porque el crimen lo cometió una menor de edad”.
“Siempre he sabido que por el hecho que haya estado involucrada una menor de edad, la pena máxima sería de 5 años, cosa que es difícil, pero esperamos que así sea”.
En la misma línea, la menor acusada del crimen, Beatriz indicó que “cuando fuimos a la audiencia, yo esperaba ver una chiquilla destruida, con los ojos hinchados de tanto llorar, pero me topé con una chica altiva, sin arrepentimiento y mirándome a los ojos”.
- AGRESIÓN SEXUAL
Sobre la declaración que apunta a una agresión sexual cometida supuestamente por la víctima a la niña imputada, Beatriz Olea sostuvo que “en palabras textuales de ella en la audiencia, nunca fue que ella fue abusada sexualmente, son palabras de ella ante el tribunal, que ella nunca fue abusada”.
La madre tuvo la oportunidad de recorrer el lugar donde se produjo la tragedia afirmando que “ellos se fueron por este sendero y dejaron a mi hijo desangrarse, que, según la autopsia, la muerte fue entre las tres y cuatro de la tarde. Ella se va a almorzar y él (Ulises) se va rumbo a su casa”.
“El daño que le hicieron a Tomás Ignacio me permitió sólo despedirme de él en la morgue, en una lata fría y en las condiciones en que lo dejaron”.
“Fueron 397 puñaladas, una horrenda cifra. En las imágenes se ve cuando ingresan caminando por este sendero hacia las compuertas y donde se ve la cámara que los capta. Él Ulises pasó solo y los esperaba más hacia adentro. Tomás iba con su amiga, hacia su muerte”. Concluyó.