Cuando el hostigamiento en el trabajo se torna habitual puede llegar a ser fatal

Ante el horrendo acto delictivo ocurrido este domingo en la comuna de las Condes, sector oriente de la capital, donde fue atacada cobardemente una enfermera, caso que está en plena investigación policial, y ya con dos presuntos inculpados y detenidos, cabe recordar la conmoción que provocó el suicidio de una enfermera de la UCI COVID de un Hospital de Viña del Mar, luego de ser víctima de hostigamiento y acoso laboral, tragedia ocurrida en mayo de 2021.

TE PUEDE INTERESAR ➡️1 julio comienza con precipitaciones en la Región Metropolitana

La joven a los 29 años decidió acabar con su vida. Ello, según expresó su familia, tras haber sido “perseguida” por parte de su jefatura y compañeras de trabajo.

“Le aplicaban la ley del hielo, le dejaban los pacientes críticos mientras ellas disminuían la carga laboral. Llegó a un punto en el que ella almorzaba sola en el estacionamiento encerrada en su auto”, relató la hermana de la víctima.

La familia aún vive el duelo de la dolorosa pérdida de la joven, dado que les cuesta asimilar que no se tomaran medidas cuando la profesional expuso el caso ante sus superiores.

“Compañeros fueron a hablar de forma individual y la jefatura no hizo caso. Es una dinámica de abusos que ya está instaurada”, agregó su hermana.

Otra triste situación similar ocurrió el año pasado, luego de que unos padres denunciaran que su hija enfermera y trabajadora de la misma Unidad de Pacientes Críticos se quitara la vida a raíz del incesante acoso laboral.

TE PUEDE INTERESAR ➡️Políticos rechazaron que test de drogas realizados a parlamentarios, sean públicos

Estos descarnados relatos donde se aprecia con la liviandad que en ciertas ocupaciones se toman las cosas. Estas terribles tragedias pudieron evitarse, se han perdido jóvenes profesionales y útiles para la sociedad, por situaciones que las jefaturas simplemente no observan y no se dan el tiempo de verificar en las áreas de trabajo cada comportamiento humano, el que a veces es despreciable, bajo, vil, mezquino, indeseable, rastrero, miserable, entre otros.

Hoy y siempre, los encargados de supervisar las distintas áreas de trabajo, ya sea durante labores diurnas o nocturnas, deben considerar la ciencia de los Factores Humanos, sobre todo en relación con el óptimo “clima laboral y confort” que debe existir en todo orden de cosas.

La comunicación, la claridad, los roles, la honestidad, el compañerismo, la equidad, la confianza, la integridad y el liderazgo, entre otros siempre deben estar presentes en todo lugar de trabajo.

Es sabido que es estresante laborar en clínicas y hospitales, y esto se ha visto incrementado por la pandemia. Y estas relaciones humanas se pueden afectar si consideramos que los trabajadores y trabajadoras están 10 horas juntos y si le agregamos que hay poca empatía, apoyo y mínima preocupación de la jefatura con el personal, bajando el perfil de las cosas que pasan, es muy probable que una situación indeseable suceda.

Después de las tragedias los equipos humanos se ven afectados emocionalmente, “culpabilizándose unos con otros”, manifestando que debieron haber observado más preocupación del hospital hacia los funcionarios y funcionarias apuntadas como “hostiles”; y muchas personas considerarán que hubo una “falta de empatía y frialdad” frente a los casos trágicos.

Si se observa un aumento de licencias médicas de índole laboral y licencias médicas en enfermedad común, ya es una alarma de algo inquietante.

No hay que esperar que enfermeras y TENS se quiebren al tomarles declaraciones y rompan en llanto, ante un episodio que se pudo prevenir.

Hay que señalar e identificar a aquellos funcionarios que tengan un actuar autoritario, déspota y poco empático con el resto del personal”, comportamiento que genera malos ambientes laborales al interior de los turnos.

Si existe competitividad, sobrecarga laboral y malos tratos de ciertos funcionarios y se les acusa de trato discriminador, humillante, déspota, sobre todo con el personal nuevo, el ambiente laboral se cataloga de pésimo.

El mal trato ocurre sobre todo si no los dejan trabajar tranquilos, sin apuros innecesarios y requiriendo las cosas de mala forma. Entonces hay que presentar los reclamos pertinentes y a tiempo.

De lo recientes episodios ocurridos con el cobarde apuñalamiento de la enfermera probablemente van a aflorar montones de situaciones que se pudieron evitar, sobre todo por faltas de supervisión de las jefaturas, como lo son las Direcciones de los Establecimientos y los departamentos de Recursos Humanos, entre otros importantes estamentos. Ante la más mínima sospecha de que algo mal está ocurriendo en una determinada unidad hay que actuar de inmediato. No pensar a la primera que solamente es una situación ligera y vaga. No actuar a tiempo puede ser demasiado tarde.

COLUMNA DE OPINIÓN F.G.F 

TE PUEDE INTERESAR ➡️Vocera de la Corte Suprema y caso de enfermera apuñalada: “Es una desgracia que empiece a haber una especie de industria del sicariato”