Ronquidos: ¿cuándo deberías preocuparte y acudir al médico?
- ¿QUÉ PASÓ?
Dormir es probablemente uno de los mayores placeres que existe. Sin embargo, hay quienes no pueden descansar plenamente por los “famosos ronquidos” de quien está al lado.
A pesar de que es un trastorno común y, por lo mismo, suele ser pasado por alto, lo cierto es que roncar puede derivar a grandes problemas para la salud de quien emite el sonido y también para el que tiene que soportarlos.
De acuerdo con el portal Somno, “la roncopatía está subdiagnosticada, los pacientes no la consideran grave y aprenden erróneamente a convivir con ella”.
De hecho, explican que el ronquido en sí es un trastorno del sueño que se produce por la vibración de las partes blandas de la garganta en el momento en que se toma aire cuando se está durmiendo.
En este contexto, se especifica que el acto de roncar puede traducirse en una enfermedad grave como es el caso del Síndrome de Apneas Obstructivas del Sueño (SAOS), el que consiste en pausas respiratorias que suscitan la disminución del oxígeno en la sangre.
Por lo tanto, una persona con apnea del sueño puede exponerse a presión arterial alta, afecciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares, como también, puede presentar cansancio, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
- ¿Cuándo hay que preocuparse y plantearse la visita a un médico?
La recomendación es consultar a un especialista en el caso de presentar ronquidos de manera frecuente, con el fin de descartar un síntoma de la apnea obstructiva del sueño.
Para diagnosticar las razones que nos llevan a roncar es necesario un examen de carácter físico y la realización de pruebas como la polisomnografía o la nasofibroscopía, según consigna Meganoticias.
- Tratamientos
Los ronquidos pueden ser un síntoma de malos hábitos, por lo tanto, puede solucionarse. Uno de ellos es bajar de peso, en el caso de los pacientes con sobrepeso u obesidad.
Otra forma es dejar el cigarro, si es que se fuma o, en otro caso, mejorar ciertas posturas a la hora de dormir, lo que se puede trabajar con terapia posicional.
Pero también puede deberse a problemas físicos, como tener desviado el tabique, por lo que puede ser necesario una cirugía.
Por eso, es importante el papel del médico, que evaluará cada caso, en unos será necesario una cirugía y en otros bastará con llevar unos hábitos más saludables, como una dieta equilibrada, restringir el alcohol, dejar de fumar o hacer ejercicio.
Redacción periodista digital: VGG
