La historia de Myriam Baeza Reyes : La profesora que murió tras caer al río Yeso
Myriam Andrea Baeza Reyes (45), profesora de matemáticas y terapeuta, perdió la vida la tarde del sábado 27 de noviembre mientras realizaba trekking con un grupo de amigos en la zona de Laguna Negra, en el Cajón del Maipo, sector oriente de la RM.
A este lugar se puede hacer ingreso por un terreno de Aguas Andinas, o cruzando el río Yeso, siendo esta última la forma que el grupo de amigos escogió, lo cual terminó por ocasionar la tragedia, según consigna Meganoticias.
- ¿Cómo ocurrió el accidente?
Según consignó el diario LUN, luego de que el grupo de amigos decidiera cruzar el río Yeso utilizando una cuerda para llegar a la zona de la Laguna Negra, Myriam tomó la cuerda e intentó cruzar, no obstante, se soltó, cayó a las aguas del río Yeso y fue arrastrada por la corriente por cerca de tres kilómetros río abajo.
Posteriormente, hasta el lugar concurrieron funcionarios de la Municipalidad de San José de Maipo, Bomberos y efectivos del GOPE de Carabineros, aunque, lamentablemente, las labores de rescate solo pudieron dar con el cuerpo sin vida de Myriam.
- “La recuerdo con su fortaleza”
Jessica Brizuela, amiga de Myriam, recordó a la mujer fallecida en conversación con el medio citado, señalando que: “Era una gran amiga. Una vez que lo estaba pasando mal, me enseñó tapping como terapia para ayudarme a salir adelante y deshacerme de mi dolor”.
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Además, aseguró que “cocinaba delicioso” y que “la recuerdo con su fortaleza cuando íbamos a la universidad y su mamá estaba a punto de morirse hospitalizada. Myriam iba a verla cada día, después llegaba a la universidad siempre con una sonrisa y daba sus pruebas, sus trabajos; salió mejor estudiante de su generación”.
- El mundo del trekking le da un último adiós a Myriam Baeza
Como Myriam era una amante del trekking y de la naturaleza, perteneció al grupo “Trekking Senior y Travesías”, quienes a través de Facebook la despidieron con el mensaje: “Lamentamos enormemente esta pérdida y más aún de la manera en que sucedió, donde muchos de nosotros hemos tenido que cruzar de manera poco segura ríos y esteros para poder acceder a hermosos lugares, donde privados tienen cerrados los accesos”.
De igual forma, Anita Lillo, una de sus compañeras de trekking, contó al mismo medio que “Myriam siempre agradeció cada oportunidad en su vida, y siempre sonreía. En la montaña ella cuidaba de todos y para ella salir a la montaña era un logro tras otro”.
Por su parte, Pablo Coello, quien compartió durante la semana pasada con Myriam, destacó que “además de ser una mujer apasionada por las montañas y la naturaleza, había entrado en un proceso de crecimiento espiritual”.
“Ella comprendió que la vida es bella y comenzó a disfrutarla dedicándose a lo que más amaba: a ella, a la naturaleza y a dejar huellas con sus enseñanzas”, aseveró.
“Nos dejó haciendo una de las actividades que más amaba y en un hermoso lugar. Sé que se fue tranquila y con muy pocos pendientes”, concluyó.
