Condenan a cadena perpetua a ciudadano argentino por matar a su pareja chilena
- ¿Qué pasó?
Los jurados populares y el tribunal técnico de la Cámara Cuarta del Crimen de Córdoba condenaron a prisión perpetua al exdocente Fabián Romero, de 56 años, por haber asesinado a su pareja, la chilena Margarita Bascuñán Sánchez, hace dos años en la ciudad de Salsipuedes, Argentina.
Según reporta Cadena 3, medio de la provincia de Córdoba, el hecho por el que se juzgó a Romero, quien se desempeñó como profesor de matemática, física y dibujo técnico, ocurrió el lunes 13 de abril de 2022. Ese día, llevó a Margarita a la guardia del Hospital de Urgencias de Córdoba diciendo que había sufrido un “accidente”.
Te puede interesar:Mujer llevó a tío que había muerto hace dos horas a un banco para sacar préstamo
- El femicidio de Margarita
Sin embargo, el tipo de lesiones que presentaba la víctima no coincidía con la versión del marido y el fiscal Cristian Griffi determinó que había sido asesinada y ordenó detener al profesor, quien también era herrero. La mujer tenía 51 años al momento de su muerte.
Acorde a lo que se supo en el juicio, la agonía de Margarita duró menos de un día. Tenía un fuerte golpe en la cabeza, sufrió muerte cerebral y la desconectaron al día siguiente de haber ingresado al hospital.
Se tuvo en cuenta la perspectiva de género
En el juicio, la fiscal de la Cámara de Cuarta, Laura Battistelli, coincidió con la calificación impuesta en la etapa de instrucción y pidió que las pruebas se encuadren con perspectiva de género al considerar que se trató de un femicidio.
El acusado recibió la pena máxima por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado por mediar violencia de género.
Margarita Bascuñán y Romero se habían radicado en Argentina después de conocerse en un viaje a Machu Pichu, Perú. Ella era contadora y activista social en Valparaíso. El esposo había iniciado una nueva relación y quería quedarse con todos los bienes del matrimonio. Desde entonces comenzó a sufrir maltratos de su marido, a quien no denunció porque aún le tenía cariño.
