Mujer estuvo a punto de perder un pie por tatuaje mal hecho: “Lloraba y gritaba de dolor”

  Foto referencial
  • ¿QUÉ PASÓ?

Una verdadera historia de terror es la que sufrió una mujer de 34 años de Liverpool, Kirsty Griffiths, quien durante sus vacaciones en Turquía decidió tatuarse.

  • ¿Qué dijo?

Griffiths en conversación con el medio Daily Mail explicó que pagó 130 dólares por un tatuaje de flores en su tobillo derecho: “Ya tenía una rosa en el tobillo, pero no me gustaba, así que me hizo una rosa mejor y más grande para cubrirla”.

El tatuador hizo primero el contorno. Pero cuando estaba a punto de terminar esa parte comencé a sentirme mareada y como si me fuera a desmayar”, comentó.

“No podía soportarlo, así que le pedí que parara para poder respirar, afirmó en la entrevista al medio británico.

  • “Fueron las peores horas de mi vida”

Pese a ello, continúo haciendo una vida normal tras el procedimiento, hasta que a las 48 horas vio que su tobillo “estaba enrojecido y en carne viva, como si tuviera ampollas en el tatuaje. Había líquido detrás, que era la infección”, detalló.

Tras ello, voló en avión de regreso a su país: “Fueron las peores cuatro horas de mi vida”, afirmó.

Poco después de aterrizar en el Reino Unido, fue trasladada de urgencia al hospital, en donde le dijeron que desarrolló una celulitis que se había extendido al estómago y a la vesícula biliar, y que eventualmente le podía provocar una sepsis mortal.

Rápidamente, los médicos trataron a la mujer, quien corría el riesgo de que le sacaran su extremidad. “Vinieron a visitarme dos cirujanos diferentes y uno dijo que, si esto no mejoraba, tal vez tendrían que amputarme el pie”, recordó.

“Todas las noches lloraba y gritaba de dolor. Me inyectaban morfina una y otra vez, y aún sentía el dolor a pesar de los analgésicos”, agregó.

Tras cuatro días, la infección finalmente desapareció.

“Por suerte, los antibióticos empezaron a hacer efecto. Ahora, mi tatuaje parece todo costra, negro. Me pica mucho y sigue siendo muy doloroso”.

La mujer confesó que aún camina cojeando y que debe tomar medicamentos cada cuatro horas para calmar el dolor. “No puedo dormir toda la noche porque tengo mucho dolor y no puedo apoyar ningún peso sobre el pie”, dijo.

Finalmente, la madre de cinco hijos, tras su grave experiencia, recomendó: “Les diría a otras personas que estén pensando en hacerse un tatuaje en el extranjero, que investiguen y consideren bien a la persona que han elegido para realizar el trabajo”.

Leave a Reply

Locator