Internacional | Tras 14 años de conflicto, la caída de Bashar Al-Assad pone fin al dominio dinástico de Siria
Después de 24 años aferrado al control en Siria, que heredó de su padre Hafez, quien a su vez asumió en 1971, el presidente Bashar Al-Assad, fue destituido este domingo tras 12 días de una rápida ofensiva de una coalición rebelde islamista que afirma haber “liberado” al país árabe del dominio de un gobernante implacable con cualquier signo de oposición, según consigna BioBioChile.
Hasta ahora, se ignora el destino del que muchos consideran un “dictador”, quien, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, habría concluido su mandato como presidente sirio a bordo de un avión con dirección incierta después de la captura de Damasco por la coalición islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS, o Organismo de Liberación del Levante).
La Siria de Al-Assad formaba parte del llamado Eje de la Resistencia, la alianza informal antiisraelí liderada por Teherán e integrada además por los palestinos de Hamás, los libaneses de Hizbulá, los hutíes del Yemen y una miríada de milicias en Irak.
La liberación tuvo lugar la noche de este sábado, cuando los rebeldes sirios proclamaron su llegada y declararon a Damasco “libre”, a tan solo 12 días de haber comenzado una ofensiva contra el gobierno de Bashar Al-Assad, comunicó EFE.
- Oftalmólogo al poder
Al-Assad (Damasco, 1965) estudió Medicina y se especializó en oftalmología en la capital Siria. Al acabar sus estudios ejerció como médico militar por un tiempo. En ese tiempo no se le atribuían aspiraciones políticas y se marchó luego a Londres para continuar con su formación profesional.
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Sin embargo, dos años más tarde, en 1994, una fortuita tragedia familiar cambiaría el curso de su vida para siempre: el accidente de tráfico que acabó con la vida de su hermano Basel, el hijo mayor y presumible heredero en el poder del entonces presidente sirio, Hafez Al-Assad.
Bashar fue llamado a Siria por su padre y se embarcó en un lustro de preparación para eventualmente tomar la batuta del país, al igual que había hecho el primogénito los años previos a su muerte, ganando experiencia en las filas castrenses y peso en la vida pública.
El momento llegó en 2000, cuando Hafez Al-Assad falleció tras casi tres décadas en el poder, al que había accedido por un golpe de Estado.
Aunque no fue el seleccionado desde un inicio para convertirse en el sucesor de su padre, al conseguirlo se aferró a su puesto con determinación, silenciando a sus oponentes, aplacando disturbios masivos y sobrevivió más de diez años de conflicto civil.
